Las madres en la época prehispánica, seres sagrados

El peligro que corrían las madres en la época prehispánica al parir era comparado con el de un guerrero. Por ello, su importancia era incuestionable.

El papel de las madres en la época prehispánica

Debido a su capacidad para procrear y con ello preservar la existencia del grupo, las madres eran muy apreciadas durante la época prehispánica. Asimismo, los partos podían complicarse de un momento a otro causando la muerte de las madres, por lo que eran consideradas como verdaderas guerreras.

De acuerdo con el texto que publicó la antropóloga Miriam López Hernández en el no. 11 de la Revista de Estudios de Antropología Sexual del INAH, además de dar vida, las mujeres fungían como educadoras y proveedoras de los cuidados. Por ello, su presencia era indispensable.

López también comentó que se relacionaba a las cuevas y cerros con la matriz. Esto debido a que los tres eran entendidos como un lugar en el que se originaba el todo.

Cabe señalar que era común que a las mujeres se les representara en su papel de madres (ya sea embarazadas o criando a sus hijos), realizando actividades del hogar e incluso llevando a cabo rituales.

Algunas de las representaciones maternas que se conservan de aquel periodo las encontramos en códices como el Florentino, Mendoza, Borbónico y Tudela. Empero, también se han encontrado figurillas de mujeres con caderas muy anchas como símbolo de fertilidad.

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¿Cómo nacían los bebés en la época prehispánica?

De acuerdo con López, durante el periodo Posclásico, las mujeres daban a luz ayudadas por la hierba cihuapatli, la cual permitía que el bebé saliera de forma natural. Sin embargo, si la hierba fallaba, la partera se encargaba de extraer manualmente al bebé.

Otro aspecto interesante es que en ese entonces, era común usar el temazcalli para bañar a las mujeres embarazadas y al mismo tiempo acomodar al bebé para que su salida fuera mucho más fácil.

Si te interesa profundizar en este tema puedes consultar el artículo de López aquí.

Y aunque las embarazadas recibían cuidados exhaustivos antes, durante y después del parto, éste podía complicarse y culminar con la muerte de la madre. Por ello, para los mexicas el mérito de parir era comparado con el de los hombres que iban a la guerra.

Fuente: México desconocido